domingo, 29 de enero de 2023

Serpico

En la década del ´60 el policía Frank Serpico puso al departamento de policía de Nueva York de cabeza al denunciar la corrupción dentro de la fuerza. Fue amenazado de muerte por sus propios compañeros y recibió un disparo en la cara. Peter Maas escribió la historia de Serpico y más tarde Al Pacino protagonizaría la película de este policía.

Más abajo ponemos un resumen de la historia y una foto histórica de la corrupción policial, pero del siglo 19.

 

Pacino as Frank Serpico in a publicity portrait
Pacino interpretando a Serpico

Background

En la década de 1960 una cultura de corrupción impregnaba el Departamento de Policía de Nueva York; donde los sobornos, la protección y las extorsiones de los negocios de apuestas y traficantes de drogas eran una práctica común. El llamado código azul del silencio protegía a la minoría de policías corruptos de la sanción de la mayoría.

A esta vorágine llegó un policía italiano de clase trabajadora, nacido en Brooklyn, con cabello largo, barba y gusto por la ópera y el ballet. Frank Serpico era un hombre que no podía ser silenciado y se negó a aceptar el sistema. Había hecho un juramento de respetar la ley, incluso si los perpetradores eran otros policías. Por este compromiso inquebrantable con la justicia, Serpico casi pagó con su vida.

 

Resumen

Frank Serpico es llevado al hospital de urgencia con un balazo en la cabeza. Se cree que ha sido baleado por otro policía.

Serpico se gradúa de la academia de policía con ideas de mejorar las relaciones de la policía con la comunidad. Viste como civil en lugar de la forma tradicional, que es fácilmente reconocible.

Mientras persigue a un ladrón otros oficiales, sin reconocerlo, le disparan. Serpico se da cuenta que desviarse de los protocolos es peligroso.

Reporta un intento de soborno a un investigador quién se ríe y le aconseja que guarde el dinero. Pronto descubre que la corrupción está enquistada en el departamento de policía.

Forzado a acompañar a otros oficiales mientras aceptan pagos de criminales Serpico se niega a aceptar su parte. Intenta en varias ocasiones alertar a sus superiores de la corrupción pero es rechazado. Los oficiales se enteran que los está reportando y comienza a temer por su vida.

Serpico y un amigo van a ver al asistente del alcalde, quién promete organizar una investigación y apoyarlo pero es bloqueado por presión política.

 

Párrafos

… Su conversación inevitablemente giró en torno a la corrupción policial y Serpico estaba diciendo algo cuando la enfermera entró. Continuó hablando y el policía se puso rojo y llevó sus dedos a sus labios. Serpico ignoró la señal y continuó hablando. El policía se paró abruptamente y salió de la habitación. Solo después que la enfermera saliera el policía volvió.

—No deberías decir cosas como esas frente a otros —dijo. Se van a hacer una idea equivocada.

— ¿Estás bromeando? ¿Crees que la gente no sabe? —dijo Serpico. El problema contigo es que no escuchas lo que dice la gente. Es tiempo de admitir lo que está pasando y hacer algo. De esa forma nos ganaremos la confianza de la gente.

El policía no estaba convencido.

—No lo sé. Tenemos que pensar en nuestra imagen —dijo. No podemos lavar nuestra ropa sucia en público.

Esa era la base del problema. Aun un oficial rebelde como este se aferraba a la idea que era una cuestión de nosotros contra ellos. Demasiados —pensó Serpico— se habían aislados, no solo profesionalmente sino también socialmente. Creían que el mundo no los entendía, que había un antagonismo público hacia ellos y esta noción se había alimentado a sí misma. Si los policías hablaban más con las otras personas en lugar que solo a otros policías, si tomaban la iniciativa de salir a ellos, Serpico estaba seguro que podrían derribar muchas barreras. Pero tendían a encerrarse en ellos mismos y desdeñaban al público. Los policías después de todo veían el lado malo de la vida todos los días. Sabían lo que la gente era capaz de hacer. Si un chico tenía el pelo largo era seguro que tenía droga encima. Si una chica tenía pastillas anticonceptivas en su bolso era promiscua.

Estaba dispuesto a admitir que en una nación donde, a pesar de toda la retórica, el blanco no podía relacionarse con el negro, era pedir demasiado que el policía blanco asuma todo el peso de la carga. Pero pensó que tenía que haber un límite y un policía tenía una responsabilidad social que no podía ignorar. Serpico vio como los policías se olvidaban de que trataba su trabajo, empezando a vivir solo para ellos, desarrollando su propia subcultura. Estaba sentado con otros policías en un bar una vez cuando uno de ellos dijo:

—Tengo mi arma y voy a protegerme yo y los míos.

Los otros asintiendo con la cabeza.

“Yo y los míos” queriendo decir su familia y Serpico lo imaginó almacenando armas y municiones en su casa, esperando por la revolución… (Serpico by Peter Maas. Traducción y adaptación propias.)

Serpico
Poster de la película Serpico

El film

Serpico se estrenó en 1973, dirigido por Sidney Lumet y protagonizado por Al Pacino. El guion fue adaptado por Waldo Salt y Norman Wexler del libro de Peter Maas con la asistencia de su protagonista, Frank Serpico. La historia detalla la lucha de Serpico con la corrupción y su denuncia que lleva a la investigación de la comisión Knapp.

Dino De Laurentiis compró los derechos de Maas. Martin Bregman se unió como co-productor. Él fue quien sugirió a Pacino para el rol principal, y John G. Avildsen fue contratado como director. Después de despedir a Avildsen se contrató a Sidney Lumet para la dirección.

Antes se había pensado en Robert Redford y Paul Newman en los roles de Serpico y su compañero. También se consideró a Sam Peckinpah como director pero esto no se concretó.

Para prepararse para su papel Pacino salió con oficiales de policía durante la noche. Sintió que esto no era suficiente y pasó tiempo con Serpico. Se encontraron varias veces. Pacino se conmovió con la creencia de Serpico de reformar a la policía.

El departamento de Serpico fue construido por el equipo de filmación. Al igual que el del agente estaba localizado en Greenwich Village.

El director decidió describir a Serpico más obscuro a medida que se incrementaba su soledad y sus esfuerzos parecían en vano. Lumet contó: “Estaba tratando de negar el color. Hacer una película en color que no fuera colorida.”

Civilian asking New York Mayor Abram Hewitt for protection from the police, Judge, 1887
Protección de la policía, Judge

Lanzamiento

El film fue estrenado en diciembre del ´73 en Nueva York y fue un éxito comercial y de crítica.

Serpico estuvo en la premier pero no terminó de ver la película. En una entrevista concluyó que “no transmitía la frustración por no poder hacer nada.”

El comisionado Michael Codd señaló que el film “implica que Serpico fue el único policía honesto en todo el departamento.”

El detective Durk sintió que la película evitaría que otros policías denuncien la corrupción. El final transmite el mensaje que “el costo de la honestidad es el martirio.”

El fiscal del distrito Burton B. Roberts declaró que no guarda relación con la verdad.

 

Para saber

Peter Maas (que falleció en el 2001) fue un periodista norteamericano. Fue el biógrafo de Frank Serpico. También fue el autor de otros bestsellers: Underbosss y The Valachi Papers.

 

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