martes, 4 de octubre de 2022

Leamas

 ¿Qué te parecería estar parado en el Muro de Berlín esperando que tu agente secreto escape de la Berlín comunista en aquellos años de la década del 60? Ha sido descubierto y se supone que pasará por Checkpoint Charlie. Tiene papeles falsos, y una bicicleta, y espera ser ayudado por uno de los guardias. Intentará cruzar esta noche. Las horas se hacen largas. Los otros agentes se quieren ir a casa. A través de los binoculares ven a tres guardias de Berlín del Este verificando los papeles de un auto que intenta cruzar. Un poco de café con whisky para escapar del frío y los nervios están de punta. Los guardias abren el baúl y la amiga de Karl logra pasar el control. Leamas se da cuenta que su agente tiene demasiados puntos débiles… De El espía que vino del frío algunos párrafos traducidos al castellano del original inglés.

Más abajo investigamos el término Vopos y encontramos algunas novelas relacionadas con el Muro de Berlín.

 

Párrafos (Tiempo de lectura: 4 minutos)

   … El norteamericano le alcanzó otra taza de café:

   — ¿Por qué no regresa a dormir? Podemos llamarlo si aparece.

   Leamas no dijo nada, solo miró por la ventana del puesto de control a la desierta calle.

   —No puede esperar por siempre, señor. Tal vez venga en otro momento. Podemos hacer que la policía se contacte con la agencia y puede estar aquí en veinte minutos.

   —No —dijo Leamas—. Ya es casi de noche.

   —Tiene casi nueve horas de retraso.

   —Si quieres irte puedes hacerlo. Has sido muy bueno —añadió Leamas—. Le diré a Kramer que has sido muy bueno.

   —Pero ¿por cuánto tiempo esperará?

   —Hasta que venga.

   Leamas caminó hasta el puesto de observación y se paró entre los dos inmóviles policías. Sus binoculares estaban entrenados sobre el control del este.

   —Está esperando la obscuridad —murmuró Leamas—. Estoy seguro.

   —Esta mañana dijo que vendría con los trabajadores.

   Leamas se volvió hacia él.

   —Los agentes no son aviones. No tienen horarios. Fue traicionado. Está escapando. Tiene miedo. Mundt está detrás de él, ahora, en este momento.

   El más joven dudó, quería irse pero no encontraba la oportunidad.

   Un timbré sonó. Esperaron, en alerta. Un policía dijo en alemán:

   —Opel Rekord negro. Registro federal.

   —No puede ver a esa distancia en la obscuridad. Está adivinando —el norteamericano susurró y luego añadió:

   — ¿Cómo se enteró Mundt?

   —Cállate —dijo Leamas desde la ventana.

   Uno de los policías dejó la habitación y se dirigió al emplazamiento de los sacos de arena, a medio metro de la demarcación blanca que atravesaba la calle como una línea en una cancha de tenis. El otro esperó hasta que su compañero estuviera acomodado detrás del telescopio, luego bajó sus binoculares, tomó el casco negro del colgador al lado de la puerta y se lo ajustó cuidadosamente en la cabeza.

   El policía empezó su comentario. Leamas lo sabía de memoria.

   —El auto se detiene en el primer control. Solo una mujer como ocupante. Es escoltada a la oficina del Vopo para controlar sus documentos.

   Esperaron en silencio.

   — ¿Qué está diciendo? —dijo el norteamericano. Leamas no respondió.

   Levantando uno de los binoculares observó cuidadosamente hacia los controles de Alemania del Este.

   —Señor Leamas, ¿es su hombre? —preguntó con persistencia el norteamericano —. Debería llamar a la Agencia.

   —Espera.

   — ¿Dónde está el auto ahora? ¿Qué está haciendo?

   —Están verificando el dinero y la aduana –respondió Leamas fríamente.

   Leamas observó el auto. Había dos Vopos al costado. Uno hablando, el otro esperando. Un tercero caminaba lentamente alrededor del auto. Se detuvo frente al baúl, luego retornó al conductor. Quería la llave. Abrió el baúl, chequeó el interior y lo cerró. Retornó las llaves y caminó treinta yardas, a mitad de camino entre los dos puestos de control, donde un solitario guardia de Alemania del Este aguardaba. Vestía botas y pantalones baggy.

   Los dos intercambiaron opiniones a la luz de los reflectores.

   Con gestos indiferentes le indicaron al auto que avanzara. Este se paró al lado de los guardias en medio del camino.

    Los guardias caminaron alrededor del auto, se pararon y conversaron de nuevo. Finalmente, casi con desgano, dejaron avanzar el auto hacia el sector occidental.

   — ¿Es un hombre el que está esperando, señor Leamas? —preguntó el norteamericano.

   —Si. Es un hombre.

   Levantando el cuello de su campera Leamas salió al frío viento de octubre. Era como las personas que se reunían alrededor de un accidente, sin nadie que supiera que hacer, sin mover el cuerpo. Un humo o polvo se elevó desde los reflectores.

   Leamas caminó hacia el auto y preguntó a la mujer:

   — ¿Dónde está?

   —Vinieron por él y escapó. Usó la bicicleta. No deben saber de mí.

   — ¿A dónde fue?

   —Teníamos una habitación cerca de Branderburg, arriba de un bar.    Guardaba algunas cosas allí. Dinero, papeles. Debe haber ido allí. Después vendrá.

   — ¿Esta noche?

   —Dijo que vendría esta noche. Los demás han sido atrapados: Paul, Viereck, Landser, Salomon. No tiene mucho tiempo.

   Leamas la miró en silencio.

   — ¿Landser también?

   —Anoche…

    … Solo había una lámpara en el puesto de control pero la luz de los reflectores iluminaba todo. La obscuridad había caído y con ella el silencio. Hablaban en voz baja como si tuvieran miedo de ser escuchados… (The spy who came in from the cold, capítulo 1, traducción y adaptación propia.)

 

Support and rapid reaction units of the police (Bereitschaftspolizei der Volkspolizei)
Unidades de apoyo de los VoPos

Otras novelas sobre el muro de Berlín

Funeral in Berlin, Len Deighton, 1964

El protagonista viaja a Berlín para arreglar la deserción de una científica soviética. Un agente de inteligencia israelí está involucrado pero pronto es aparente que detrás de un elaborado funeral yace un juego de maniobras mortales.

 

Charlie M., Brian Freemantle, 1977

Charlie Muffin es uno de los mejores agentes, a pesar de su sucia apariencia, y ha sido responsable por descubrir una red de espionaje en Inglaterra. Sin embargo, el director, que tiene sus propias ideas, ha designado a dos de sus favoritos, sin experiencias, a trabajos de campo.

 

Para saber

Vopos: La Deutsche Volkspolizei o VoPo, fue la policía nacional de la República Democrática Alemana desde 1945 hasta 1990.

Fue fundada cuando la administración soviética estableció fuerzas en las regiones de la Alemania Nazi, que ocupó después de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de violar los acuerdos de la Conferencia de Yalta y de Potsdam.

La Volkspolizei trabajaba con las actividades criminales pero también realizaba otras tareas como la protección de la frontera, el control de los pasaportes, el control del transporte, y la protección de edificios sensibles

  

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Fuentes

The Spy Who Came in from the Cold, Wikipedia

The Spy Who Came in from the Cold, Archive

Volkspolizei, Wikipedia

 

 

 

 

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