Ruth Gruber fue testigo de aquellos históricos episodios en los que los sobrevivientes judíos fueron devueltos a los campos de concentración en Alemania, cuando intentaban llegar a Palestina en el Exodus 1947.
A bordo del Runnymede
Park, Gruber fotografió a los refugiados, confinados en jaulas, levantando
la bandera británica pintada con la esvástica nazi.
Más abajo algunos de sus comentarios…
Su vida
Ruth
Gruber (1911 –2016) fue periodista, fotógrafa, escritora y
trabajó para el gobierno de los Estados
Unidos.
Mientras la Segunda
Guerra Mundial asolaba a Europa,
Gruber volvió su atención a la crisis de los refugiados judíos, escoltando a 1.000 refugiados de Italia a los Estados Unidos y escribiendo sus historias. Fue testigo de la
escena en el puerto de Haifa cuando a
los sobrevivientes del Holocausto en
el barco Exodus 1947 se les negó la
entrada a Palestina, y documentó su
deportación de vuelta a Alemania.
Una entrevista
Daniel Greene entrevista a la doctora Gruber, quién cuenta su experiencia escoltando a los refugiados judíos de vuelta a los campos
de concentración.
—Sentía que tenía que sacudir al mundo diciéndoles: ¡Despierten! Miren lo que le está pasando a esta gente que ha sufrido tanto. ¡Miren lo que les está pasando a estos judíos, los judíos del Exodus!
El Exodus en Haifa |
—Ruth Gruber ha sido testigo de la historia. Vio desarrollarse los planes de Hitler. Cubriendo la Segunda Guerra Mundial acompañó a un grupo de sobrevivientes del Holocausto a Nueva York. Cubrió el viaje del Exodus, con casi 4.500 judíos, tratando de llegar a Palestina.
—Amaba la cultura alemana. Por lo que gané una beca para el departamento alemán en Madison, Wisconsin. De allí fui a Alemania por un año. Y vi a Hitler acceder al poder.
Hitler con dignatarios católicos |
Él había aprendido a unir a diferentes segmentos de la población, diciéndoles que los judíos eran sus enemigos y que Estados Unidos era el demonio. Aun hoy puedo sentir la histeria de ese día. Y todavía siento esa voz. Era una voz histérica, horrible.
Cuando regresé a norteamérica me decían: ¿Por qué te
preocupas por este hombre? Desaparecerá en un año. Incluso los judíos alemanes sentían lo mismo. Este
lunático les estaba prometiendo de todo a cada grupo. ¡Cuán equivocados
estaban! Y si lo oías y lo veías te dabas cuenta que no era un payaso. Este era
un futuro dictador, que sabía cómo ganarse a la gente.
Cuando la guerra terminó la gente pensó que los judíos que habían sobrevivido al Holocausto saldrían de Auschwitz, y Bergen Belsen, y vivirían felices por siempre. Eso no es lo que
pasó. Los que sobrevivieron volvieron a casa, pero todos estaban muertos y
sabían que ya no podían vivir en esos pueblos, en los que habían crecido.
Estábamos en Jerusalén
cuando supimos que un barco llamado Exodus
1947 había sido atacado por 4
destructores británicos. Recuerdo que mandé un cable al Herald contando que
parecía una caja de fósforos rota por un rompe nueces. Todo un puente había
desaparecido. Podías ver a las madres buscando a sus niños o a los chicos
corriendo en busca de sus padres.
El parlamento británico debatía que hacer con ellos.
Hacía mucho calor, 40° centígrados. Después de 18 días en ese terrible calor
llegaron noticias que los judíos del
Exodus iban a regresar a Alemania.
El mundo se escandalizó. Llegaron reporteros de Japón, China, de Sud América. Y
en el día 18 el cónsul británico nos dijo: “Vamos a llevar 3 reporteros.”
Decidieron que yo representaría a toda la prensa
norteamericana. ¡Pienso que se arrepintieron toda su vida!
Entonces trepé hasta la parte más alta del puente y
cuando me vieron llegar, hombres jóvenes, fuertemente armados, que se veían
completamente diferentes de lo que se veían en el ´46, que se veían como
esqueletos, ellos izaron una bandera. Habían pintado una esvástica en la bandera británica.
Me di cuenta que era una bandera histórica porque en esta miserable situación
ellos habían visto la forma de desafiar a todo el mundo.
Me dijeron: “Vaya abajo y vea a nuestra Auschwitz
flotante.”
Y cuando fui abajo era terrible. Era como una escena
del Infierno de Dante. Podías ver a hombres medio desnudos, a mujeres con
bebés. Y cuando vieron que era norteamericana, judía, alguien que hablaba
su idioma, empezaron a gritar los teléfonos.
— ¡Mamá está en Chicago! ¡Mi hermana está en
Detroit! Llámelas por teléfono. ¡Dígales que estamos vivas! Me dieron
papelitos. Y prometí que llamaría a sus familias, y lo hice cuando volví. Me
dijeron:
— ¡Saque fotos! ¡Muéstrele al mundo como nos han
tratado, en esta obscuridad!
Y comencé a tomar fotos. No sabía cómo porque no se
veía nada. La única luz venía de una pequeña ventana. Pensé que ninguna de las
fotos saldría, y, para mi sorpresa, todas salieron. Era la luz justa… (17 de
enero, 2.008. Voices of antisemitism.)
Ver también
Ruth
Gruber, Journalist and Author, Jewish Women in
America
“… no solo la autora de Haven sino una mujer que fue a Europa en 1944 para rescatar a miles
de judíos de la Europa de Hitler…”
“… trabajaba con Harold Ickes y él había ayudado a
muchos judíos y sabíamos bastante sobre el Holocausto…”
En las noticias
British Club Jews
to Force them to Land in Hamburg. The Answer, September
17, 1947
Zionist Leader Assails
British Assault on Vessel Carrying Jewish Refugees,
Baltimore Jewish Times, July 25, 1947
Press Photograph of Americans
Protesting British Navy Commandeering of the Exodus 1947,
digital.kenyon.edu
Photographs
of the Exodus refugee ship,
jewishvirtuallibrary.org
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Fuentes
Voices
of antisemitism, web.archive.org
Ruth Gruber,
Wikipedia
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