En Los Versos Satánicos se narra de forma ficticia la vida de Mahoma (llamado Mahound en la novela). El profeta proclama una revelación requiriendo la adopción de tres dioses paganos, pero luego renuncia a ellos señalando que fue un error inducido por el diablo.
Los
Versos Satánicos se publicó en 1988 y fue considerado blasfemo por extremistas islámicos. La novela le ganó el Whitbread Award a su autor, Salman Rushdie.
Y las preguntas que lanzamos después de leer estos párrafos son:
¿No se puede decir nada sobre Mahoma, o Cristo por extensión, sin levantar una ola de protestas?
¿Es un pecado pensar diferente, o tan siquiera pensar?
¿Tenemos que concluir que estos profetas fueron intachables en sus conductas?
¿La religión debe someter a toda la sociedad, aunque personalmente no crea ni una pizca de la Biblia o el Corán?
No tengo todas las respuestas, pero hay algo que me queda claro, si no puedo opinar, decir o concluir algo sin que se llame a que corten mi cabeza por blasfemo, entonces algo en la sociedad está mal.
Más abajo ponemos los elementos que son controversiales en el libro.
“Siempre fue un tipo ambicioso, pero también
solitario. No se llega a la cima solo. A menos que, tal vez, encuentres un
ángel allí…”
Rushdie en 2008 |
¿De qué se trata?
Gibreel, uno de los personajes, se transforma en el arcángel Gabriel y tiene una serie de
sueños. Uno de ellos es una historia del fundador del Islamismo, el
profeta Mahoma.
Mahoma
es engañado por el diablo para incluir versos
satánicos en el Corán.
Las presiones sociales y políticas hacen que Mahoma sea tentado para predicar falsos
versos entre la gente de Jahilia, con
la esperanza de ganar prestigio y poder. Mahoma
se arrepiente y sus discípulos aplauden su entereza en resistir a la autoridad
de Jahilia y a su bella esposa, Hind.
Párrafos - Capítulo 2
… de igual manera, nuestro solitario escalador de
montañas, profeta motivado será nuestro bebé medieval, el asustador, el
sinónimo del demonio: Mahound. Mahound, el hombre de negocios.
La ciudad de Jahilia está construida enteramente de
arena. Esta ciudad es un milagro por donde se la mire, un milagro trabajado por
sus ciudadanos. Estas personas son tercera o cuarta generación de antepasados
nómades.
En ésta ciudad el hombre de negocios vuelto en
profeta, Mahound, funda una de las más grandes religiones, y ha llegado a una
crisis en su vida. Hay una voz en su cabeza que le dice: ¿qué clase de idea
eres: hombre o ratón?
Mientras Mahound escala Coney, Jahilia celebra un
aniversario. En tiempos pasados Ibrahim vino con Hagar e Ismael, su hijo, y los
abandonó en ese suelo seco. Sin embargo ella sobrevivió con su hijo.
En este lugar, también, un corazón está lleno de
conflictos: el de Karim Abu Simbel. Él es un hombre poderoso, dueño de
camellos, controlador de caravanas. Su esposa, una de las más bellas. Y sin
embargo, una crisis se aproxima para Abu Simbel. Un nombre resuena en sus
oídos: Mahound. Sabe que su mujer es su amante. Si él tiene sus apetitos ¿por
qué ella no debería tenerlos? Mientras sea discreta. Pero él debe saberlo. El
saber es su adicción, su narcótico. No puede tolerar lo que no sabe y por esta
razón, sino otra, Mahound es su enemigo.
El recuerda al esclavo Bilal: cómo su amo le pidió
fuera del templo de Lat que enumerara a los dioses. Uno, contestó. Una enorme
piedra se le puso sobre el pecho. ¿Cuántos dijiste? Uno, repitió. Se le añadió
otra piedra. Mahound le pagó al dueño una gran cifra y lo liberó.
¿Por qué le temo a Mahound?, pensó Abu Simbel. Por
eso: por uno. Por su terrible singularidad. Mientras yo siempre estoy dividido
entre dos, tres, o quince. Es tan exitoso como cualquiera pero como carece de
las conexiones familiares no le hemos ofrecido un lugar entre nosotros. Siente
que se le debe. Siempre fue un tipo ambicioso, pero también solitario. No se
llega a la cima solo. A menos que, tal vez, encuentres un ángel allí.
Él no me entendería. ¿Qué clase de idea soy? Me
doblo. Calculo las probabilidades. Levanto mis velas. Manipulo. Sobrevivo. Por eso
es que no acuso a Hind de adulterio. Somos una buena pareja. Hielo y fuego.
Dejemos que juegue con su sátiro. Entre nosotros nunca fue sexo.
La fortuna de la ciudad de Jahilia fue construida
sobre la supremacía de la arena sobre el agua. Se pensaba que era más seguro
transportar los bienes por tierra que por mar, donde los monzones podían
golpear en cualquier momento. En esos días antes de la meteorología estas cosas
eran difíciles de prever.
Pero entonces las flotas habían aumentado, tenían
más conocimientos, sus instrumentos de navegación eran más exactos. Las líneas
de camellos estaban perdiendo contra las líneas de barcos. Los gobernadores de
Jahilia se preocupan pero era poco lo que podían hacer. Algunas veces Abu
Simbel sospecha que solo el peregrinaje se levanta entre la ciudad y su ruina. El
consejo busca en el mundo estatuas de dioses extranjeros para atraer a más
gente pero en esto también tienen competidores. En Sheba se ha construido un
gran templo para rivalizar con la Casa de la Piedra Negra. Muchos peregrinos
han sido tentados al sur.
Por recomendación de Abu Simbel la ciudad ha añadido
a sus prácticas religiosas la tentación de los condimentos de la profanidad. La
ciudad se ha hecho famosa por sus licencias, como el lugar de prostitución, del
juego, de la música salvaje.
Hoy las peregrinas son secuestradas por un rescate o
vendidas en concubinato. Bandas de Sharks asolan las calles con sus propias
leyes. Se dice que Abu Simbel se reúne con los líderes de estas bandas y las
organiza. Este es el mundo al cual Mahound trajo su mensaje: uno. En medio de
tanta multiplicidad, suena a peligro.
Los discípulos de Mahound esperan por él. Se ha
demorado y están preocupados. Mahound se sienta junto a ellos y les cuenta. Le
han ofrecido un trato. Abu Simbel le propuso que reconociera solo tres de sus
tantos dioses. A cambio su religión sería reconocida y él electo al concejo.
Sus seguidores sospechan. Mahound explica su posición: “La gente no nos toma en
serio. No hay más de cincuenta personas cuando hablo y la mayoría son
turistas.”
Mahound busca consejo en Gabriel, el ángel. ¿Será
que Lat, Manat y Uzza son hermanas? ¿Puedo llamarlas ángeles? ¿Son las hijas de
Dios? Soy arrogante. ¿Estoy traicionándome por un lugar en el consejo? Ni
siquiera confío en el Supremo. Soy débil y él es fuerte. Esta oferta me puede
hacer ganar mucho. ¿Dios debería ser orgulloso o humilde? ¿Qué clase de idea
es?
Mahound recobra la consciencia. Hind, la esposa de
Abu Simbel, lo recogió de las calles cuando se desmayó, después de sufrir la
presión de buscar una respuesta y ver los excesos de la ciudad. Hind no está
contenta con el acuerdo. Sus dioses no son inferiores a Alá ni son sus hijas.
Ella los prefiere de igual a igual… (The Satanic Verses.
Capítulo II, Mahound. Traducción y adaptación propia.)
Elementos controversiales
Los Versos Satánicos inició inmediatamente fuertes protestas contra el libro de Rushdie. El título se refiere a una
leyenda del profeta islámico Mahoma,
cuando unos pocos versos fueron supuestamente referidos por él como parte del Corán, y luego quitados sobre el
razonamiento que el demonio los había enviado para engañar a Mahoma.
Los llamados Versos Satánicos forman un importante sub-argumento en la novela,
que cuenta varios episodios en la vida de Mahoma.
La frase “Versos Satánicos” fue
desconocida para los musulmanes y fue acuñada por académicos orientalistas de
occidente. Algunos historiadores comentaron que estas tradiciones son
indudablemente un invento de manos heréticas y foráneas y no han sido
encontradas en libros auténticos.
Ricardo Corazón de León camino a Jerusalem |
De acuerdo a McRoy (2007), otros elementos controversiales incluyeron el uso del nombre Mahound, considerado derogatorio, usado por los ingleses durante las Cruzadas. El uso del término Jahilia, denotando el “tiempo de la ignorancia” antes del islam, por la ciudad sagrada de Meca; el uso del nombre Angel Gibreel por el de una estrella de cine; del nombre de Saladino, el gran héroe musulmán de las Cruzadas, por un diablo; y el nombre de Ayesha, la esposa de Mahoma, por la de una fanática india que lleva a su villa a un fatal peregrinaje. Además el prostíbulo de la ciudad de Jahiliyyah estaba lleno de prostitutas con el mismo nombre de las esposas de Mahoma, que son consideradas como “Madres de todos los Creyentes”.
Otros temas que algunos musulmanes han encontrado ofensivo incluyen a Abraham, llamado bastardo por abandonar a Hagar e Ismael en el desierto.
Daniel Pipes identificó otros temas que
podrían haber enojado a los musulmanes: una queja en el libro por uno de los
compañeros de Mahoma: “reglas para
todas las cosas. Si un hombre se tira un pedo, dejemos que se vuelva al viento;
una regla acerca de qué mano usar para limpiarse el trasero”; el profeta de la
novela de Rushdie siendo visitado por
la diosa Al-Lat, sugiriendo que ella
existe; la visión del ángel Gibreel
del Supremo en otro sueño como “no
abstracto”.
Lisa Appignanesi, ex-presidenta de English PEN, observó que “la
intransigencia nunca es tan grande como cuando se siente que se tiene a Dios de
su lado.”
Geoffrey Robertson replicó a 13
abogados musulmanes que acusaron a Rushdie
de blasfemo: se dijo que Dios fue descripto en el libro como “el destructor de
hombres”, sin embargo se lo describe de tal forma en el Antiguo Testamento; que el libro contenía criticas al profeta Abraham, sin embargo las tradiciones
islámicas, cristianas y judías lo ven con faltas y digno de críticas; que Rushdie se refirió a Mahoma como Mahound el mago, sin embargo estos comentarios son hechos por un
apóstata borracho; que el libro insulta a las esposas del profeta al hacer usar
a prostitutas sus nombres, sin embargo sus esposas son explícitamente llamadas
castas y la adopción de sus nombres por prostitutas es símbolo de la corrupción
de la ciudad; que el libro difama a los compañeros de Mahoma al llamarlos vagos y payasos, sin embargo el personaje que
dice esto es un poeta contratado para criticar el islam y no refleja las
creencias del autor; que el libro criticó el islam por tener demasiadas reglas
y buscar controlar cada aspecto de la vida diaria, sin embargo mientras los
personajes en el libro hacen esas afirmaciones esto no puede constituir blasfemia ya que no denigran a Dios o al Profeta.
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Fuentes
The Satanic Verses controversy,
Wikipedia
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