Tropic of Cancer es una novela de Henry Miller, que ha sido descripta como la responsable por la libertad de expresión que ahora damos por sentada en la literatura. Fue publicada en 1934 en París, pero prohibida en los Estados Unidos.
Más abajo tenemos un resumen, los temas que
toca, y un video muy interesante del
autor, Henry Miller, hablando sobre Nueva York. También unos párrafos donde el autor recuerda París, la París de principios del siglo 20; con sus putas, su miseria y las
plazas y parques famosos.
Resumen
Tiene lugar en París
durante la década del 20 y comienzo del 30. Se centra en la vida de Miller como escritor que trata de sobrevivir
con su trabajo.
Miller dijo:
“Mi idea ha sido la de presentar la resurrección de
las emociones, describir la conducta del ser humano en la estratosfera de las
ideas…”
Combinando la autobiografía y la ficción algunos
capítulos siguen una especie de narrativa y refiere a algunos de los amigos de
Miller, colegas y lugares de trabajo, otros se escriben como reflexiones de stream-of-consciousness. La novela se
escribe en primera persona y no tiene una organización linear, más bien fluctúa
frecuentemente entre el presente y el pasado.
Temas
El libro funciona como una meditación de la condición
humana. Como un pobre escritor Miller
describe su experiencia viviendo con bohemios en París, donde sufre intermitentemente de hambre, falta de vivienda,
miseria, soledad, y desaliento por la reciente separación de su esposa.
Hay varios pasajes que describen explícitamente los
encuentros sexuales del narrador.
La música y la danza son otros temas recurrentes. La
música es usada como un signo de la declinante vitalidad que Miller rechaza. Referencias a la danza
incluyen la comparación de un personaje a la danza de la muerte y un llamado al
lector a unirse a una “ultima danza, aunque estemos condenados”.
Párrafos
… con una botella entre las piernas y el sol
asomando por la ventana recuerdo aquellos miserables días cuando llegué a París.
Un pobre hombre que recorría asombrado las calles como un fantasma. Todo vuelve
como un fantasma: el toilette que no funcionaba, el príncipe que lustró mis
zapatos, el Cinema Splendide donde dormí sobre el saco de una persona, las
ventanas de los bares, el sentimiento de sofocación, las gordas cucarachas, la
bebida y la juerga en ocasiones, Rose Cannaque y Nápoles muriendo.
Bailando en las calles con el estómago vacío y de
vez en cuando llamando a gente extraña, Madame Delorme. ¿Cómo llegué allí, no
me lo puedo imaginar? Pasé al mayordomo, al ama de llaves con su delantal;
entré al palacio con mis pantalones de corderoy. Todavía puedo recordar a
Madame Delorme sentada en esa habitación dorada con sus peces, el globo
terráqueo y sus libros hermosamente forrados. Aún puedo sentir su pesada mano
dándome miedo con su aire de lesbiana.
Más confortable en el Gare St. Lazare con el guiso, las putas en los zaguanes, botellas de seltzer en cada mesa, y una gruesa corriente de semen corriendo en las alcantarillas.
Gare Saint Lazare, Monet |
Nada mejor que ser empujado entre las cinco y las siete por esa masa de gente, seguir una pierna o un busto, moverse con la corriente y todo dando vueltas en tu cerebro. Una rara especie de contención en esos días.
Sin citas, sin invitaciones para cenar, sin
programas y sin nada que comer. Un período de oro, cuando no tenía un solo
amigo. Cada mañana la temida caminata a American Express y cada mañana la
inevitable respuesta del cajero.
Corriendo aquí y allá, recogiendo flores, algunas
veces furtivamente. Sentarse en un banco y caminar por Jardín des Tuleries y
excitarme con las estatuas. O caminar por el Sena en la noche, vagando, y volverse
loco con la belleza, los encorvados árboles y las imágenes rotas en el agua. El
correr del agua bajo los puentes, las mujeres durmiendo en los umbrales,
durmiendo sobre los diarios, durmiendo en medio de la lluvia.
En todos lados los elegantes porches de las
catedrales y los mendigos y los piojos y los viejos abrazos llenos de la danza
de San Vito.
Los carros apilados como barriles de vino en los
pasajes. El olor a cerezas en los mercados y la vieja iglesia rodeada de
vegetales y luces arqueadas celestes.
Las alcantarillas resbalosas con basura y las
mujeres en satén caminando a través de la mugre y el vómito.
Place Str. Sulpice, desolado, donde hacia la medianoche
llega una mujer, con el viejo paraguas y el velo. Cada noche ella duerme allí
en una banca bajo el rotoso paraguas. Llena de huesos, el vestido despintado y
el olor a viejo alrededor.
En la mañana me siento allí a tomar una siesta y a
maldecir a las palomas reuniéndose por las migas en todas partes. St.
Sulpice!...
Y fue en la Rue Bonaparte hace un año que Mona y yo
caminábamos cada noche. Sin tener mucho sentido de St. Sulpice o de París.
Harto de caras, cansado de las catedrales y plazas.
Tomando un libro del cuarto rojo. Cansado de estar sentado, cansado del papel
rojo, cansado de ver tanta gente murmurar cualquier cosa.
El cuarto rojo abierto todo el día, sus vestidos
tirados en todas partes. El cuarto rojo con mis zapatos. Nunca toqué los
manuscritos.
¡París! El Café Select, el Dome, el Mercado de
Pulgas, American Express. !París!…
En aquel París del 28 solo recuerdo una noche, la
noche antes de partir hacia norteamerica. Una noche rara, con Borowski algo
enojado conmigo porque estoy bailando con todas las putas del lugar. ¡Pero nos
vamos en la mañana! Eso es lo que le digo a todas. ¡Nos vamos en la mañana! Es
lo que le digo a la rubia con ojos de ágata, mientras ella se masajea con mis
manos.
En el baño me paro con una tremenda exxxión. Parece
liviana y pesada a la vez. Y mientras estoy allí dos chicas vienen hacia mí.
Las saludo cordialmente, pxxe en mano. Me hacen ojito y pasan de largo. En el
vestíbulo veo a una de ellas esperando por su amiga.
La música está sonando y tal vez Mona venga por mí o
tal vez Borowski pero estoy mejor con ella. Nos movemos al gabinete y trato de
penetrarla pero no resulta, por lo que nos sentamos y tratamos de hacerlo allí,
pero tampoco resulta... (p.18, traducción y adaptación propias: Tropic of Cancer.)
New York by Henry Miller
Henry
Miller habla sobre Nueva
York, la ciudad donde nació y vivió. Habla sobre la pobreza y cómo
sobrevivió a ella. Más que interesante.
“… Nueva York, el lugar donde nací. El lugar donde no tuve más que hambre, humillación, desesperación, frustración, nada más que miseria…”
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Aldington; Winter of Artifice, de Anaïs Nin; The Rock Pool, de… Los
libros prohibidos
… se publicó en 1988 y fue considerado blasfemo por
extremistas islámicos. La novela le ganó el… Los
Versos Satánicos, Mahoma
… ya que la organización fue demasiado débil como
para prevenir la Segunda Guerra Mundial, lo que al final de sus días aumentó su
lado pesimista… ¡Se
los dije!
Fuentes
Tropic of Cancer,
Wikipedia
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