El Día de los Muertos es más que una visita al cementerio para celebrar con las almas de los fallecidos su paso a más allá, implica un continuar unas costumbres que vienen de hace más de dos siglos. Significa también compartir con los familiares las historias de aquellos que ya no están y hacer sus trayectos hacia el otro mundo más placentero. Es una mezcla entre lo pagano y lo cristiano, entre las creencias de los indios y las tradiciones católicas de nuestros antepasados.
Más abajo nos referimos al Día de los Muertos, ponemos un ejemplo de unas calaveras literarias mejicanas, y ampliamos sobre festividades similares en Belice y en Salta, en el norte de Argentina.
Generalidades
El Día de los
Muertos es una tradición celebrada el 1 y 2 de noviembre. Se observa en México, donde se ha desarrollado
ampliamente, y también en otros lugares, especialmente por gente de ascendencia
mexicana. Aunque relacionada con las conmemoraciones cristianas de Halloween, o Día de Brujas, tiene un tono muchos menos solemne y es descripta
como una fiesta de alegría más que de dolor. La tradición incluye reuniones para homenajear a familiares y
amigos muertos. Estas celebraciones pueden tomar un tono humorístico ya que
los celebrantes recuerdan eventos graciosos de los desaparecidos.
Las tradiciones conectadas con esta festividad
incluyen hacer honor de los muertos
usando calaveras o flores, construir altares con las comidas y bebidas
favoritas de los muertos, y visitar las tumbas con estos artículos
para los desaparecidos.
La celebración no solo está enfocada en el muerto, sino que es común dar regalos
a amigos tales como cráneos de azúcar,
compartir el tradicional “pan de muerto”
con familiares, y escribir versos ligeros, frecuentemente irreverentes como
epitafios dedicados a amigos vivos (calaveras
literarias).
“Listas van y listas vienen, y las medicinas tienen
precios exorbitantes. Cualquier dolor de barriga cuesta un dolor de cabeza y
total nadie se alivia. La muerte que no es tan tonta ya puso su botiquita que
es una preciosidad… Por supuesto con licencia de los de salubridad.”… (Revista Los Agachados, 1942)
Los orígenes
Los académicos
mejicanos están divididos respecto de si la festividad tiene raíces genuinamente indígenas o si es una
versión nueva de la tradición española desarrollada durante la presidencia de Lázaro Cárdenas para incrementar el nacionalismo mejicano.
Un elemento clave es la aparición de La Calavera Catrina del litógrafo
mejicano José Guadalupe Posada.Calaveras garbanceras
Durante el Día
de los Muertos la tradición es construir altares privados (ofrendas)
conteniendo las comidas y bebidas favoritas
de los muertos. Se intenta urgir la
visita de las almas, para que puedan escuchar
las oraciones y las palabras de los vivos dirigidas a ellos. Estos altares se colocan en las casas o en
espacios públicos, pero también es común que la gente vaya a los cementerios para poner estos altares cerca de las tumbas.
Los planes para el día son hechos a lo largo del
año. Durante un período de tres días las familias usualmente limpian y decoran las tumbas. La mayoría
visita los cementerios y decoran sus tumbas con ofrendas que
incluyen flores.
Los juguetes se traen para los niños muertos (angelitos),
y las botellas de tequila, mezcal o pulque para los adultos. Algunas familias ponen
ofrendas en casa, usualmente con
comidas como zapallos de dulce, pan de
muerto, calaveras de azúcar, y
bebidas como el atole. Se dejan almohadas para que los muertos puedan descansar después de sus largos viajes. En
algunas partes de México, tales como Mixquic, Pátzcuaro y Janitzio, la gente
pasa toda la noche al lado de las tumbas
de sus parientes.
Calaveras literarias
Existe una forma
literaria distintiva en estas celebraciones donde la gente escribe poemas
cortos llamados calaveras literarias,
que son epitafios en broma dedicados
a amigos o figuras públicas o históricas. Esta costumbre se originó en el siglo
18 después de que un diario publicara un poema narrando un sueño de un cementerio que incluía las palabras
“y todos nosotros estábamos muertos” y después procedió a leer las inscripciones en las tumbas.
José
Guadalupe Posada creó su más famosa impresión, La Calavera Catrina,
como una parodia a la clase alta femenina mejicana. El intento de Posada era ridiculizar la creencia de
que la cultura de los europeos era superior a la de los indígenas.
Festividades similares
En Belice
el Día de los muertos es practicado
por gente de la etnicidad Yucateca Maya.
La celebración se denomina Hanal Pixan
que significa “comida para las almas”.
Se construyen altares y se los decora
con comida, bebidas, dulces, y velas.
En Salta
En Salta,
Argentina, se celebra el Día de las
Almas, jornada designada por la Iglesia
Católica para conmemorar los fieles difuntos.
Esta celebración se basa en la doctrina que sostiene
que las almas de los creyentes que,
al tiempo de morir no estaban en pecado venial, se las puede ayudar a
alcanzar la visión beatífica con rezos, misas y responsos.
Los habitantes de muchos pueblos del interior salteño aún conservan la
tradición de que, en la noche de los
Difuntos, éstos vuelven a sus casas para participar de la comida u “ofrendas” que sus deudos les preparan.
Todos los años para finales de octubre, los campesinos católicos esperan
ansiosos la visita de las almas.
Desde días antes preparan bebidas (chicha
y aloja), amasan pan, elaboran las comidas preferidas de sus difuntos, y confeccionan flores y coronas de papel.
Los preparativos culminan en la tarde del 1 de
noviembre. Entonces colocan sobre una mesa con mantel blanco, las “ofrendas” que las almas consumirán en su visita nocturna.
Por su parte, en el “cuarto de las ofrendas”, que es adornado con flores naturales y de
papel, se instala un pequeño altar
con imágenes santas y las fotografías
de los muertos de la familia. Al día
siguiente, la familia se reúne para asistir temprano al cementerio. Lo hace portando los ramos y las coronas de flores
que elaboraron días antes.
En el cementerio
asisten a la misa de los difuntos y
tratan de que el sacerdote del pueblo rece
un responso en el lugar donde descansan los restos de sus parientes. Después adornan las sepulturas con las flores y las coronas que llevaron, encienden velas y oran con gran sentimiento. Concluidas estas pequeñas ceremonias,
que son seguidas con gran respeto, la familia regresa unida a casa para
almorzar.
Es entonces cuando se consumen las “ofrendas” de la noche anterior, más
otras comidas y bebidas preparadas para la ocasión.
Esta celebración es una antigua tradición del norte argentino que se conserva con
distintas variantes según los lugares. Así, por ejemplo, en Iruya y Santa Victoria (en el norte de Salta), después de la visita al cementerio, se realiza la “repartija”, una práctica que consiste en
consumir entre familiares y amigos lo que él
o los difuntos dejaron la noche del 1 y 2 de noviembre.
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Fuentes
Day of the Dead,
Wikipedia
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