Charles Bukowski, el escritor norteamericano, opina sobre Malcolm Lowry, y no muy bien. Según Bukowski el inglés era aburrido (No estoy de acuerdo).
Más abajo ponemos algunos datos sobre Bukowski y Lowry.
Lowry |
Charles Bukowski
Charles
Bukowski intentó ganarse la vida como escritor pero su falta
de éxito lo llevó a abandonar la escritura en 1946 y a dedicarse a beber.
Bukowski
escribió sobre los descastados de la sociedad norteamericana, en un lenguaje
directo, con escenas de violencia y sexo.
Escritores como John
Fante, Knut Hamsun, Louis-Ferdinand Céline, Ernest Hemingway, Robinson Jeffers, Henry
Miller, D. H. Lawrence, Fyodor
Dostoevsky, Du Fu, Li Bai, y James
Thurber influenciaron a Bukowski.
Frecuentemente habló de Los Ángeles como su tema favorito.
Bukowski on Lowry
— ¿Leyó el libro de Malcolm Lowry, Under the Volcano?
—Lo hice, pero me morí de aburrimiento.
— ¿Por qué?
—Porque como cualquier otro escritor, no hay un
ritmo no hay una ligereza en sus líneas. No hay vida, no hay luz del sol.
Cuando escribes tus palabras deben ir como esto: bin bin bin, bin bin bin, bin
bin bin. Cada línea debe estar llena de un delicioso sabor. Deben estar llenas
de poder. Deben hacer que quieras dar
vuelta la página. Lo que hacen estos chicos es: bueno: da da da. Había una silla en el porche. Las moscas
estaban alrededor. Todo liviano. Están poniendo la escena para la gran
emoción y cuando llegan a la emoción no hay ninguna.
Esta es una edad diferente. Es la edad atómica. Cada
línea debe tener su propio poder, su propio sentimiento, su propio jugo, su
propio sabor. El escribir nunca debe ser
aburrido. No debe aburrir al lector. El escritor no debe aburrir a nadie.
Tienes que tener jugo en cada línea.
No me crees. Estoy tratando de decirlo. Los
escritores me hacen dormir. Siempre lo hicieron y siempre lo harán. Cada línea
debe ser una entidad en sí misma. Debe llevar su propia… como jugo voltaico. No
puedes decir: la señora tal estaba sentada
en una silla. Era las 3.30 de la noche, en un mañana sureña, en Georgia. Eso
está todo muerto, ¿ves? Debes decir, la cosa, la cosa.
—El murió por el alcohol.
— ¿Estás pensando en Faulkner?
—No. Estoy pensando en Lowry.
—Bueno. Es bueno morir por alcoholismo. Es muy
glorioso. Pero si escribes como la mierda
no importa nada cómo mueres.
El alcohol no es la gran cosa. Porque moriste del
alcohol no significa que eres bueno. Tienes que dejar algunas palabras detrás.
Él murió tragando su propio vómito. Grandioso. No es ni siquiera un alcohólico
profesional. Cuando realmente me emborracho pongo mi cabeza a un costado del
colchón pues si vomito caerá en el piso. Pero este hombre ni siquiera en un
bebedor profesional. Además de eso es un escritor aburrido.
Otra pregunta. Por Dios, ¿tienes otra pregunta?
¡Bebe más alcohol! ¡Alégrate! ¡Disfruta de la vida!
Olvídate que hay una entrevista. Frank, me agradas como persona, a propósito.
Somos dos hombres duros, de los horrores de la vida… (Esta entrevista se puede
ver aquí)
Otros odiados
Bukowski
también odiaba a Thomas Wolfe y no
gustaba de Shakespeare o Faulkner.
Párrafos de Under the Volcano
A continuación algunos párrafos de Under the Volcano. Parece difícil que Lowry sea aburrido cuando cuenta sobre una ciudad en América del Sur, sus
costumbres. Tal vez tiene más que ver con que Bukowski no había leído a Lowry.
… “The rainy season dies hard,” M. Laruelle smiled
as they elbowed their way through into a little cantina which abutted on the
cinema without sharing its frontal shelter. The cantina, known as the Cervecería
XX, and which was also Vigil’s “place where you know,” was lit by candles stuck
in bottles on the bar and on the few tables along the walls. The tables were
all full.
“Chingar,” the manager said, under his breath,
preoccupied, alert, and gazing about him: they took their places standing at
the end of the short bar where there was room for two. “I am very sorry the
function must be suspended. But the wires have decomposed. Chingado. Every
blessed week something goes wrong with the lights. Last week it was much worse,
really terrible. You know we had a troupe from Panama City here trying out a
show for Mexico.”
“Do you mind my—”
“No, hombre,” laughed the other—M. Laruelle had
asked Sr. Bustamente, who’d now succeeded in attracting the barman’s attention,
hadn’t he seen the Orlac picture here before and if so had he revived it as a
hit. “—uno—?”
M. Laruelle hesitated: “Tequila,” then corrected
himself: “No, anís—anís, por favor, señor.”
“Y una—ah—gaseosa,” Sr. Bustamente told the barman.
“No, señor,” he was fingering, appraisingly, still preoccupied, the stuff of M.
Laruelle’s scarcely wet tweed jacket. “Compañero, we have not revived it. It
has only returned. The other day I show my latest news here too: believe it,
the first newsreels from the Spanish war, that have come back again.”
“I see you get some modern pictures still though,”
M. Laruelle (he had just declined a seat in the autoridades box for the second
showing, if any) glanced somewhat ironically at a garish threesheet of a German
film star, though the features seemed carefully Spanish, hanging behind the
bar: La simpatiquísima y encantadora María Landrock, notable artista alemana
que pronto habremos de ver en sensacional Film… (Under the Volcano,
capítulo 1)
Malcolm Lowry
Su papá quería que fuera a Cambridge y entrara en el negocio de la familia pero Malcolm quería conocer el mundo y lo
convenció para que lo dejara trabajar en un barco que se dirigía al Medio Oriente.
Lowry
vivió brevemente en Londres en
contacto con grupos literarios como el Auden
Group (W. H. Auden, Louis MacNeice,
Cecil Day-Lewis, Stephen Spender, y Christopher Isherwood). También conoció
allí a Dylan Thomas.
En los Estados
Unidos Lowry vivió en Nueva York,
donde fue internado en un hospital psiquiátrico. Esta experiencia le sirvió
para escribir su Lunar
Caustic. Luego se dirigió a Hollywood donde probó escribir guiones.
En esa época empezó a escribir Under the Volcano (1936).
Viviendo en México
Lowry entró en otro período de beber
en exceso, lo que culminó con su deportación en 1938.
Su familia lo puso en el Hotel
Normandie, en Los Ángeles,
donde continuó trabajando en su novela.
En agosto Lowry
se mudó a Canadá. Al inicio de la Segunda Guerra Mundial Lowry trató de enlistarse en el ejército
pero fue rechazado.
Lowry
murió en 1957 (a los 47 años), en Sussex
(Inglaterra), pobre y enfermo.
Artículos relacionados
Cuenta la historia de Geoffrey Firmin, un cónsul
británico alcohólico en Quauhnahuac… Under the
Volcano
Las turbas solían alegar delitos por los que
linchaban a los negros para infundir miedo. Sin embargo… Nigger
Jeff
… admitió que admiraba a los líderes fuertes como
Adolf Hitler y… Un
viejo demasiado sucio
No hay comentarios.:
Publicar un comentario